Blogia
TodoOscars

Casablanca, para muchos la mejor película.

Casablanca, para muchos la mejor película. Es probable que la Warner, a comienzos de los ’40, no sospechara siquiera que esta película, lejos de ser una más de la producción serial, se convertiría en una de las más hermosas, recordadas y valoradas de la historia.

Todos saben algo de Casablanca, la hayan visto o no. ¿Quién no conoce su final subversivo, opuesto a lo que mandan las convenciones de las películas de amor? ¿Alguien ignora la melodía de El tiempo pasará, entonada por Sam a pedido de Ilse (Ingrid Bergman) –que, dicho sea de paso, nunca dice "Tócala de nuevo" –? ¿Existe una persona que no sepa que durante el rodaje no se conocía el final de la historia porque el guión se hacía sobre la marcha, democráticamente, con todos los escritores de la Warner aportando sus propios diálogos?

Casablanca es una de esas películas que uno puede ver dos, tres, cinco o diez veces, y aún sigue asombrando. Michael Curtiz era un genio que podía compartir el trono que sus compatriotas (Ford, Hawks, Capra) supieron conseguir. Su puesta en escena es sutil, inteligente y precisa. ¿Cómo no sentir un inmenso placer cuando el avión que parte hacia la libertad sobrevuela el café de Rick, en los primeros minutos de la película? Curtiz nos está diciendo todo. Rick (Humphrey Bogart) es la libertad. La de todos menos la suya propia, porque como le dice su adversario en el amor de Ilse, Víctor Laszlo, "cada uno debe aceptar su destino, sea bueno o malo".

0 comentarios